SUELO DESLIZANTE
Los dos, solos, uno junto al otro
desenredando enormes marañas de carreteras
intentando descubrir el mundo
antes del fin de la luz y del tiempo.
Una negrura sin fin para las dos ruedas
que nos transporta a castillos, catedrales
viejas, lagos, museos, bosques, calles
cafés, pueblos y viejas ciudades.
La prisa no detuvo el tiempo.
El tiempo no detuvo la vida
La vida no detuvo su curso
y ahora, ¡ ya viejos !, seguimos solos.
Los dos, solos, uno junto al otro
desenredando enormes marañas de carreteras
intentando descubrir el mundo
antes del fin de la luz y del tiempo.
Una negrura sin fin para las dos ruedas
que nos transporta a castillos, catedrales
viejas, lagos, museos, bosques, calles
cafés, pueblos y viejas ciudades.
La prisa no detuvo el tiempo.
El tiempo no detuvo la vida
La vida no detuvo su curso
y ahora, ¡ ya viejos !, seguimos solos.
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