sábado, 29 de septiembre de 2012

SUELO DESLIZANTE

Los dos, solos, uno junto al otro
desenredando enormes marañas de carreteras
intentando descubrir el mundo
antes del fin de la luz y del tiempo.

Una negrura sin fin para las dos ruedas
que nos transporta a castillos, catedrales
 viejas, lagos, museos, bosques, calles
cafés, pueblos y viejas ciudades.

La prisa no detuvo el tiempo.
El tiempo no detuvo la vida
La vida no detuvo su curso
y ahora, ¡ ya viejos !, seguimos solos.


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